lunes, 1 de junio de 2009

Primera clase en el A380 de Singapore Airlines

Lo más esperado de Singapore Airlines, donde todo el mundo esperaba algo revolucionario, lo es, pero realmente no tanto.



Sí nos encontramos con 12 cabinas individuales en tres filas, que Singapore Airlines denomina no ya primera clase, si no Singapore Airlines Suites, y para el sistema de reservas ha rescatado la letra «R» que estaba reservada para el Concorde.



Sí, nos encontramos con los mayores asientos de cualquier aerolínea, con casi un metro de ancho cuando se baja el apoyabrazos, y con la mayor pantalla de televisión.



Cada suite dispone de espacios para que el pasajero deposite sus objetos personales, incluido un pequeño armario para colgar chaquetas y abrigos. También puede cerrarse mediante dos puertas deslizantes, y dispone de dos aberturas hacia el pasillo que en vuelo pueden cerrarse con unas cortinas, pero que en despegues y aterrizajes deben permanecer abiertas.



Como es la primera clase en el A380 de Singapore Airlines



Pero nos encontramos, en cambio, con unos pasillos estrechos para ganar espacio para las suites, y que dependen exclusivamente de la iluminación artificial. Una zona pensada para que cada pasajero permanezca en su cabina durante todo el vuelo, salvo que quiera ir al servicio. Una cabina en la que ni siquiera hay un bar donde relajarse fuera del propio asiento o estirar las piernas.

Lo cierto es que durante la vista de Avión Revue al A380 de Singapore Airlines tras la ceremonia de entrega, esta zona del avión era el centro de atención de la mayoría de los medios invitados a la ceremonia, entre los que éramos la nunca revista especializada en español. Esta situación hacía que pasillos y suites estuviesen llenos de gente con cámaras, con la consiguiente situación de angustia.



Cada suite, no obstante, dispone de un asiento auxiliar donde un acompañante puede estar para charlar, trabajar conjuntamente, o comer.



Además, los asientos centrales pueden aislarse por completo uno del otro, o bien unirse, hasta el punto que, en modo cama, podemos tener una cama doble, aunque por el momento al menos, sin sábanas comunes.



La pantalla de televisión es de 58 centímetros, y va acompañada, como en las demás clases, de conexiones para los PC, sin olvidar que el mismo sistema de entretenimiento a bordo tiene la opción de convertirse en un PC.



Como en clase ejecutiva, es necesario abatir el respaldo del asiento para obtener la cama horizontal.



Los suites han sido diseñadas por el diseñador de yates de lujo francés Jean-Jaques Coste y los asientos han sido confeccionados por Poltrona Frau, una de las marcas de mayor renombre en este campo en el mundo. Vajillas y sábanas han sido igualmente diseñadas por Givenchy


Los servicios de esta clase también han sido centro de atención. Son más amplios que los demás, con iluminación extra y espejo auxiliar. Tan sólo falta una ducha, pero sin duda, la necesidad de agua para que 12 pasajeros se puedan duchar supera la capacidad de los depósitos del avión, y el coste para transportarla sería enorme.



Pero este lujo no es gratis. La misma página web de Singapore Airlines nos avisa, literalmente, de ello cuando tratamos de hacer una reserva: «Los billetes en A380 tienen una tarifa mayor». Con una fecha aleatoria, un asiento en primera clase en Singapore Airlines entre Singapur y Sydney (un trayecto), en B-747-400 cuesta 5.162 dólares de Singapur (2.480,86 euros según el convertidor de moneda de la misma página de la aerolínea). Ese mismo día, en el vuelo del A380, en suite vale 5.933 dólares de Singapur (2.851,40 euros).

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